Decenas de esos menores que el pasado lunes comenzaron a cruzar a Ceuta bordeando alguno de los dos espigones fronterizos, del Tarajal o Benzú, quieren regresar ahora a su país de origen, pero Marruecos no los acepta y los rechaza.
Eso es lo que se está viviendo este miércoles en el paso fronterizo del Tarajal, donde decenas de esos pequeños, que aseguran que pasaron a Ceuta como un juego, animados y jaleados por las autoridades marroquíes en esa intención de desestabilizar la normalidad de la ciudad, ahora se están topando con la realidad, que no es otra que su país les ha dado la patada y ahora no los acepta, contribuyendo así a romper numerosas familias, ya que mientras los pequeños se quedan en una difícil situación en Ceuta, al otro lado de la frontera numerosos padres, preocupados por la situación de sus hijos, no podrán volver a verlos hasta que Mohamed VI lo considere oportuno.
Esa es la triste realidad de esos menores, muchos de ellos de corta edad, que participaron en este ataque de Marruecos a España como si de un juego se tratara y que al final van a pagar en sus carnes, lo que podría catalogarse como la tiranía reinante en Marruecos.
Y es que esos menores se han ido acercando desde primera hora de esta mañana y durante todo lo que se lleva de jornada hasta las cercanías de la frontera del Tarajal pidiendo regresar a su casa, y mientras las autoridades españolas le permiten llegar hasta el lado marroquí, una vez allí no son aceptados, viéndose obligados, muchos de ellos llorando, a regresar nuevamente a Ceuta.
Tal y como ha podido saber EL PUEBLO, son muchas las familias marroquíes que están rotas de dolor, ya que sus hijos les fueron 'arrebatados' sin su conocimiento, sacados incluso de sus colegios, subidos en autocares y llevados hasta la frontera del Tarajal para una vez allí animarlos a cruzar a Ceuta, como si de un viaje o una atracción turística se tratara.
Esta forma de actuar del gobierno marroquí ha llevado a que gran parte de la sociedad de Marruecos se haya alzado contra su gobierno, ante una actuación que catalogan de inmoral, inhumana, que vulnera todos los derechos humanos, ya que ha utilizado a menores de edad, muchos de ellos de corta edad, para fines políticos, como arietes para romper las puertas de Ceuta, algo que para muchos es de “una tremenda cobardía”.
Incluso padres transfronterizos que se encuentran desde el cierre de la frontera atrapados en la ciudad, han tenido conocimiento de este hecho y de la llegada de alguno de sus hijos a Ceuta, mostrando su malestar por este hecho.
Mientras tanto, muchos de esos niños se encuentran acogidos en la nave del Tarajal, preguntando a los voluntarios de Cruz Roja cuando va a regresar a sus casas, desconocedores de la difícil situación en la que se encuentran ahora, con un país que los ha expulsado engañándoles y ahora no los quiere de vuelta.
Además, muchas familias marroquíes están utilizando las redes sociales para
intentar saber el paradero de sus hijos, si se encuentran bien, dando nombres y
apellidos y facilitando incluso su foto, como el caso de Omar Harrandou, un
niño que vive en Martil y que tras salir de la escuela ya no volvió a su casa,
teniéndose conocimiento que estuvo en la frontera de Ceuta junto con un amigo y
del que nada se sabe desde entonces, si ha fallecido o se encuentra en la nave
del Tarajal, terminando el mensaje enviado por facebook, que “su madre está
enferma de cáncer y necesita a su hijo”.
Fuente; https://elpueblodeceuta.es
No hay comentarios:
Publicar un comentario